domingo, 4 de diciembre de 2011

Sin Título, 29.

Luz de alegría en un mundo sombrío y triste.

Oh tú, inesperada amante, amiga,
que al verte perdí el aliento
y mi alma voló como el viento,
fuiste mi única salida.

Créeme, oh amada, no miento
si digo que eres calor, pasión,
que me llevas a la exaltación,
que me sacas de este mundo ceniciento.

Llegaste a lo más hondo de mi corazón
haciendo uso de tus encantos
de noches en vela, sentados
juntos en un rincón.

De tus curvas quedé prendado,
tu aroma me hace perder la cabeza,
y si sigo contigo harás que enloquezca...
Oh tú, botella de vodka, me tienes enamorado.

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