domingo, 25 de abril de 2010

Sin título, 14.

Algo allá arriba...

Nubes, cielos cubiertos que prometen terror,
Lluvia que cae furiosa sobre el suelo,
Hojas que caen sin remisión,
Kyrie eleison.

Humedad, frío, oscuridad,
Un lago que revive con el agua,
de hielo cubierto el corazón,
Kyrie eleison.

Gotas sin piedad que empapan
Unas manos cansadas de esperar,
solas y en rendición,
Kyrie eleison.

Pero hay algo en el cielo,
esa luz omnipresente, bella,
y piensas divagando,
Descendit de coelis.

Porqué no mirar arriba,
elevarse de lo terreno,
olvidarse de lo que te rodea,
Kyrie eleison?

Escucha, escucha la llamada. Siente cómo tu alma vuela. Déjate llevar. Alza los brazos hasta donde tu pensamiento pueda. Mira arriba. Siente que la música, su música, te llena.

Gloria in excelsis.

domingo, 18 de abril de 2010

Sin título, 13.

Te acariciaré...
En otra vida...Te acariciaré...

Te acariciaré como la brisa que te roza,
Te susurraré al oído promesas de libertad,
Buscaré tus ojos en el atardecer,
Y brillará la Luna allá en los alto...

Le robaré cadencias a los minutos,
a las horas, a los días,
Y escaparé más allá, a verte sonreír,
a dejarme llevar por ti...

Te encontraré, solo, después de tanto tiempo,
Te miraré como lo hacía antes,
Y apagaré las estrellas para no ver
nada más allá de tus ojos.

¿Y sabes qué? Que sólo entonces,
Los dos solos,
seré feliz.

Te acariciaré...
En otra vida...Te acariciaré...

jueves, 8 de abril de 2010

Sin título, 12.

Dulce, dulce es la muerte, dulce su aliento sobre mi cuello...

Dulce el sabor de tu nombre en la noche,
dulce el olor de tu perfume en mi ropa,
dulce el susurro de tus labios,
dulce la melodía que tu recuerdo arranca al piano.

Amarga es la conciencia en las noches de desvelo,
ácidas las palabras que tanto engañan,
áspero el recordar a tiempo cosas a destiempo,
amargo, amargo como tu ausencia.

Efímero el tiempo que pasé mirando al Sol,
efímero el consuelo que me dio la bella Luna,
efímero el brillo de las estrellas,
efímeros los sentimientos al amanecer.

Triste el frío que me rodea,
irónica la soledad,
hondo el resentimiento que, como antaño,
vuelve a decidir la partida.

Inútil el esfuerzo de Bizet,
inútil el reflejo del atardecer junto a ti,
inútil la desdicha que puede a la alegría,
inútil la melancolía de tu adiós.

Inútiles los húmedos ojos que,
sin palabras,
buscan perdón.

Sin título, 11.

¿Qué hay ahí?

¿Qué hay más allá de esas nubes?
¿Qué es aquello que, indiferente, observa nuestro sufrimiento? Aún más, ¿qué es el sufrimiento para un vacío frío?

¿Debería dejar de existir el sufrimiento? En una escala mayor, ¿qué más da si una capa de árboles oscuros enloquecen tu razón? Si todo tiene el mismo final, ¿qué importa lo que haya antes?

¿Qué hubo, qué hay, qué dejará de haber?
¿Puede algo reflotar la oscuridad?
¿Existe la luz inextinguible?
¿Qué es aquello que buscamos, ese concepto que algunos anhelan, que llaman vida?
¿Es ser, estar o parecer?

¿Por qué milagro o desgracia nació el universo? ¿Sólo para consumirse, para verse morir poco a poco, como una vela que ve languidecer su llama al viento de una tormenta?

Tanta gélida belleza...
Perdida...

Sin título, 10.

Hielo...

Hielo que me rodea, que me envuelve,
me nubla la vista, ciega mis sentidos...
Hielo que quema, que me puede,
que congela mi aliento, que para mis latidos.

Viento gélido que susurra tu nombre
en la umbría, en la copa de los árboles.

Torrentes helados de emociones sin sentido
que paralizan a su paso cuanto encuentran.

Lagos de aguas oscuras, siberianas,
que prometen una muerte lenta.

Un amanecer de ventisca,
tormenta, nieve, helada, sobre la estepa.
La estepa, la llanura...
Tu llanura, tu vacío de sentimientos,
la blancura de tu inocencia,
el resplandor de tanto por hacer...

Hielo, hielo en las palabras, en los sonidos,
en las miradas, en los gestos.

Hielo para conservar mi cadáver, tendido en la hierba aún verde...

Sin título, 9.

Tan cerca y a la vez tan lejos...

Y de entre una multitud,
susurros a voces, desgarros en el silencio,
se levanta tu voz, única,
en medio de las demás,
se repite la misma cadencia que siempre.

La misma cadencia inacabada
que desemboca en un falso final,
siempre, siempre igual, triste soledad.

Me evado del mundo pensando en ti,
en tus ojos y pienso,
pienso porqué no estás aquí.

Y la primavera llegará
y acabará este invierno tan largo,
eterno, frío.

Volveré a tener tu calor entre mis brazos,
me perderé un instante eterno,
en tu mirada.
Sonreiré, sonreiré otra vez...

Y soñaré, contigo, para no volver a despertar...

Sin título, 8

Días grises de lluvia...

Días grises en los que creo verte,
allá a lo lejos, mirándome,
intento correr y me doy cuenta
de que eres solo un reflejo,
sólo una bruma negra me devuelve la mirada.

Todo se difumina,
no sé dónde estoy,
todo se desvanece si no tengo tus manos,
todo se pierde si no tengo tu sonrisa.

Maldita vida,
magna ópera envuelta en sombras,
tu nombre amargo se desliza entre mis labios
mientras te llamo,
te llamo en la noche buscando tu luz.

Vivir, quizá, en un sueño,
dulce desvelo donde los fantasmas
de tu recuerdo aún queman...

Nada va quedando bajo esta lluvia,
todo, todo acaba, todo perece bajo esta lluvia.

Te buscaré, allá donde estés,
y en otra vida,
te acariciaré...

Sin título, 7.

Un resplandor.

Un resplandor, tenue, cegador,
hielo en la mirada, quema la esperanza
de un pasado que no volvió,
de un futuro mejor.

Algo se alza allá en el horizonte,
una idea, la solución.
Demasiado distante.
-El Sol, apenas un destello.

Quizá se levante hacia aquí,
impasible hacia su fin,
la soledad lo abruma.
-El Sol, un reflejo más cercano.

Ya lo tienes en mente,
el mediodía se torna atardecer...
La luz, maldición sempiterna.
-El Sol es astro por fin, el que siempre debió ser.

Quizá valga la pena mirar allá afuera
y preguntarse el sentido de algo sin motivo.

Maldita sinrazón, maldita Luna...
Has conseguido que deje de existir,
maldito frío del alma.

Llena, siempre llena...

Y tan lejana...

Sin título, 6.

Nada por aquí, nada por allá,
tu mundo vacío está.


Mira a tu alrededor
ves algo más?
Nada, por siempre,
por siempre jamás.
Dulce frío,amargo pensamiento
débiles luces que se lleva el viento.

Nadie por allí, nadie por allá
tu mundo vacío está...

Un cielo oscuro, algunos sonetos,
míseras letras, augurios funestos,
una razón, una ilusión, por los que hacer caso al valor.
Miles de gotas, hielo y cristal
rompen tu frágil equilibrio mental.

¿Qué se siente antes de saltar?
¿Qué piensas al mirar por la ventana
y ver el mundo a tus pies girar?
¿Qué se siente al caer
y que lo último que veas
sea una fugaz calle que viene a encontrarte?

Nada por aquí,nada por allá...

Tu mundo, no existe ya.

Sin título, 5.

Una sombra.

¿Qué es una sombra? ¿Simple ausencia de luz, o algo oscuro que no permite que ésta pase?
Y si es algo, ¿qué es ese algo? ¿Un hecho, un suceso, un pensamiento?

Un pensamiento...

Frío, oscuro, desierto, irónico,
sombrío, invernal, solitario,
nocturno, apagado, amargo.

Amargo como el recuerdo de algo que fue y ya no es, o que no es y no será.
Amargo como la soledad de allá afuera.
Triste, sereno y resignado como la mirada de una ilusión moribunda.
Helado como una ráfaga de escarcha, o quizá simplemente sea el brillo único de una estrella.

Sombras...