-¿Quién eres?
-He venido a por ti.
-¿Cómo?
-Observa este bambú. ¿Sabes por qué está muerto? Me llevé su alma, porque su corazón era puro. Hoy he venido a por ti. Sólo me falta saber si tu corazón es puro.
-¿Y cómo piensas hacerlo?
-A través de preguntas.
-Empieza.
-¿Qué piensas acerca de la humanidad?
-¿La humanidad? Es algo decadente que no quiere admitirlo. Vivimos tan bien, tan cómodos, que no queremos darnos cuenta de que todo se desmorona a nuestro alrededor. Y a los pocos que parece importarles, no pueden hacer nada, ya que son una minoría.
-De acuerdo. Puedes irte.
-¿No me llevarás?
-No. Tu alma es demasiado humana. Haré algo peor, te dejaré aquí. Para que observes la ruina de tu civilización.
-Llévame, maldita sea...