miércoles, 19 de mayo de 2010

Sin título, 15.

-¿Quién eres?

-He venido a por ti.

-¿Cómo?

-Observa este bambú. ¿Sabes por qué está muerto? Me llevé su alma, porque su corazón era puro. Hoy he venido a por ti. Sólo me falta saber si tu corazón es puro.

-¿Y cómo piensas hacerlo?

-A través de preguntas.

-Empieza.

-¿Qué piensas acerca de la humanidad?

-¿La humanidad? Es algo decadente que no quiere admitirlo. Vivimos tan bien, tan cómodos, que no queremos darnos cuenta de que todo se desmorona a nuestro alrededor. Y a los pocos que parece importarles, no pueden hacer nada, ya que son una minoría.

-De acuerdo. Puedes irte.

-¿No me llevarás?

-No. Tu alma es demasiado humana. Haré algo peor, te dejaré aquí. Para que observes la ruina de tu civilización.

-Llévame, maldita sea...