lunes, 10 de febrero de 2014

Rumores de ultramar.

Recuerdas cuando no éramos más que 
tú, yo, tus ojos, los míos?

Cuando, sin palabras, éramos el viento,
el sol,
la arena,
la luz dorada que se reflejaba en tu piel caoba?

Cuando, como si de una necesidad vital se tratase,
nos buscábamos entre la multitud
sólo por una sonrisa más?

Cuando, amarga criatura que volaste lejos,
no existía nada más allá de nosotros?

Eran buenos tiempos. El sol aún salía por el este y la Luna aún brillaba de noche. Las estrellas aún parecían fulgurar y la oscuridad era menos densa. Tú, toda tú, y nada más bastaba.



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