martes, 18 de febrero de 2014

Sin Título, 63.

Caoba griega, tallada por mis manos.

Caoba de sangre caliente,
canela volátil,
cintura de fuego,
viaje tropical al Caribe de la locura.

Viajaré en tu barco por este mar
de agua anaranjada por el Sol,
ven y aspira hondo
este olor:
aroma a libertad, a victoria y a jazmín de noche.

Vamos a embriagarnos de sal y agave
hasta que la noche caiga
y nos sorprenda,
callados,
mirando más allá de nuestras pupilas.

Prometo traerte de vuelta mañana,
ave del paraíso, 
pero, ¡ah!...

Esta noche eres mía, 
y del mar,
y de las estrellas,
y de la cubierta de este barco,
y del océano cómplice
que cubrirá nuestras huellas
para que no podamos mirar atrás.

Suave balanceo de ébano,
llévame una vez más contigo
a donde no encuentre el camino
de vuelta a casa.

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