miércoles, 4 de enero de 2012

31-8-2011.

Que alguien me explique qué cojones hago subiendo esto ahora. Hace meses que tendría que haberlo subido, aunque supongo que el hecho de que ya no tenga sentido hace que merezca la pena publicarlo.

Mi primer día sin ti.

Hoy, último día del verano, se ha ido una parte de mí. Escribo esto de noche, cerca del cambio de día. Ya estoy en la cama, pero no puedo evitar levantarme y escribir.

Esta mañana ha ocurrido todo. A pesar de no haber escuchado nada nuevo, cada palabra que decías era como un puñal en mi corazón. Al final, vencido por la rabia y por las ganas de llorar, me he ido sin decir prácticamente nada, intentando conservar mis últimos bastiones racionales.

Sin embargo, la rabia, la ira y el odio, causados por una sensación de "no haber hecho nada y sin embargo habérmelo tragado todo", se han ido aplacando conforme pasaban los minutos, Deo Gratias: de haber seguido mucho más rato en el estado en el que me encontraba al salir de ese portal, habría acabado rompiendo a llorar en mitad de la calle, gritando al silencio tu nombre.

El agitamiento ha dado paso, a lo largo del día, a un tranquilo abatimiento. Muero por saber de ti, pero entrar al maldito ordenador y verte, y, es más, no hablarte, sería poco menos que una tortura casi física.

Sé que es inútil mirar el móvil de cuando en cuando, pero no puedo evitarlo: espero una señal de vida que no llega.

Y aquí estoy; no han pasado más de catorce o quince horas y ya me encuentro solo, como un león encerrado, ansiando verte y hablarte pero sin poder hacerlo, elucubrando, imaginando el futuro, en el que, por lo pronto, no veo más que a ti rehaciendo tu vida con otra persona, siendo feliz con otro, estando entre los brazos de alguien que no soy yo. Y eso me come por dentro, me quema, me pudre el alma.

Comprendo que a partir de ahora eso es lo que va a suceder, pero, una vez más, que comprenda algo no significa que me guste. Sé feliz, y, si es lo que deseas, sé feliz lejos de mí. Pero yo no podré olvidarte. Nunca. Por muchas moscas que acudan a mis manos, tú serás la única. A pesar de todo esto. Pero y qué le voy a hacer.

2 comentarios:

  1. Ahora puedes ver el dolor con perspectiva antes no, antes no podrías explicar que era lo que te impulsaba a escribir eso y subirlo, ahora si.

    ResponderEliminar
  2. Puede. Quizá el cambio ha sido no ver un motivo para subirlo, y hacerlo, de hecho.

    ResponderEliminar