miércoles, 8 de enero de 2014

Sinfonía de las canciones tristes.

Parece que todo fue ayer. Cada cosa que he vivido contigo, antes, después: todo fue ayer.

Recuerdo cuando podía mirarte a la cara directamente. Recuerdo esos momentos en los que notaba que, aun de lejos, me mirabas. Me daba la vuelta, y ahí estabas, sonriéndome.

Recuerdo cuando no pasaba un día sin ti. Lo llenabas todo, incluso aunque no estuvieras. Mi música, mis líneas, todo. Estabas en todas partes. Y ahora también, pero ahora es diferente: estás, pero muy lejos.

Recuerdo cuando no me importaba escribir cosas como ésta. Al fin y al cabo yo disfrutaba escribiendo y, si por casualidad lo leías, sabía que tú ibas a disfrutar leyendo. Ahora, me niego a mí mismo el placer de escribir sólo para no tener que recordarte otra vez. Es más, del mismo modo en que me arde el interior, sé que, si alguna vez caen en tus manos estos párrafos, sentirás lo mismo que yo.

Cómo cambia todo... ¿Y nosotros? ¿Hemos cambiado nosotros?

Ya no lo sé. Has conseguido que ya no lo sepa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario