jueves, 23 de mayo de 2013

Sin Título, 56.

Siento en el pecho una presión, una inquietud
por verter en estas hojas parte de mi alma,
noto que tu imagen, nítida, da alas
a este lápiz. Esta noche, mi poesía eres tú.

Entra por la ventana un crudo alud
de estrellas apagadas, ya la calma
acaba, despacio, con aquella lejana llama.
Apenas recuerdo si brillaba esa luz.

Esta noche desato y libero mi deseo
por encontrarte en estas líneas; escondida,
como siempre, dejándote ver apenas.

Te hallo y te admiro, en tus ojos veo
esa luz, esa cascada, esa gloria perdida.
Mis manos, ciegas, no se sueltan de tus caderas.

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