jueves, 9 de septiembre de 2010

Sin Título, 24.

Asesino confeso.

Ahora hablo, confesando aquello, todo lo que hice.
Confieso ser un asesino.

He matado palabras, recuerdos,
silencios, sonidos, sentimientos,
letras, estrofas, versos,
sonatas, párrafos muertos,
poesías, escritos, textos,
músicas, ritmos lentos,
alegría, tristeza, momentos,
intimidad, de placer llenos.

He matado mi camino, mi vía,
he matado las estrellas que lo guían,
he acabado con noches sin fin
con argumentos de mente febril,
he destrozado días viendo el sol caer,
observando, sin nada que hacer,
he hecho olvidar la verdad,
sola y simple, sin más.

Confieso que terminaré matando mis propios sueños.
Y entonces será tarde.

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