domingo, 14 de febrero de 2010

Primera entrada, Sin Título 1.


Primera entrada de este blog, veremos qué tal va la cosa...


Hubo una vez, quizá hace mucho, quizá ahora, quizá será, un hombre, quizá algunos quieran llamarlo veinteañero...


Este hombre solo tenia dos aficiones en su vida.


La música, era un buen pianista y mejor violinista, y algo de demás instrumentos.


Su otra afición.
Contaba los segundos que le faltaban para morir.


Por decirlo de alguna manera, él contaba lo que le quedaba por vivir cada día. Y cada día, o cada semana, encontraba algo por lo que aplazaba un poco la fecha de su muerte. Un acontecimiento, un suceso, cualquier cosa que le importara.


Llegó un día, en que sin previo aviso, se dio cuenta de que no tenia nada que aplazara esa fecha. Se dio cuenta que, por mucho que pensara, no habia nada que lo retuviera con los pies en este mundo.Todo lo bello estaba muriendo a su alrededor.


Así que fue a su piano, una vieja reliquia recuperada de manos de un anticuario, y restaurado después, y se puso a tocar.
Era de noche, empezó a tocar la Variacion 18 de Rachmaninoff, con su violín al lado.


A la mañana siguiente, sus vecinos encontraron su cuerpo tendido sobre su adorado piano, con su violín hecho astillas, clavado en el corazón como un puñal. El cuerpo estaba caliente, había muerto hacía poco.


Había estado tocando hasta el amanecer.
Había tocado su propia marcha fúnebre.
A su lado, manchado de gotas de su propia sangre, había una nota.


"La música ha sido mi vida, sea también mi muerte."

2 comentarios: